Texto: Cintia Álvarez Rubio Fotografía: Eva Rus Martínez.
Como se dice habitualmente cuando la paciencia vence al desánimo, “la
espera mereció la pena.”
La cuarta jornada de Estival Cuenca se encontró con elementos externos que
impidieron el desarrollo y horarios establecidos al inicio. Empezando la primera
de las actuaciones a las 22:00h, y no a las 20:30h como estaba previsto, la
exigencia del público sin duda era mayor. Los artistas no solamente estuvieron
a la altura, sino que acariciaron con los dedos el cielo de Cuenca.
La primera de las actuaciones la brindó el cuadro flamenco de Ángel Reyes.
Los conquenses pudieron asistir y deleitarse con unos pies que llevan danzando
al son del flamenco desde los tres años. Ángel Reyes nace en la ciudad de
Córdoba en 1993 y se puede decir de él que lo primero que aprendió a hacer al
llegar al mundo fue bailar. La Escuela “Tacón y Bordón” es testigo del inicio
de una carrera que prometía demasiados éxitos. Con nueve años inicia su
formación en el Conservatorio Profesional de Danza de Córdoba, donde a los doce
comenzaría su especialización en baile flamenco. La danza clásica y estilizada
fueron dos especialidades de las que formaría parte tiempo después.
El flamenco es uno de los signos de identidad de una de las regiones
españolas más paradigmáticas: Andalucía. Tierra de arte, de feria, de flamenco
e historia, bien podría presumir de tener a uno de los mejores embajadores de
la danza y el flamenco por la geografía española. A lo largo de su trayectoria
artística y profesional, Ángel Reyes ha recibido numerosos galardones que dan
constancia de un talento innato. Con seis años recibió el primer premio del
concurso televisivo “Veo Veo” y en 2002 fue primer premio nacional de baile por
sevillanas “Villa de la Carlota.” Partícipe en 2009 en el concurso de baile
flamenco “Calahorra Flamenca”, fue finalista en 2010 del concurso en la
provincia de Córdoba “Jóvenes Flamencos.” Acompañado de guitarra, cante,
percusión y una compañera de baile a la altura de su talento, fue el encargado
de dar el pistoletazo de salida a la cuarta jornada de Estival Cuenca.
Tras concluir la actuación del cuadro flamenco de Ángel Reyes, y sin apenas
descanso debido al retraso acumulado en esta jornada, era el turno para el
grupo llegado desde la ciudad de la Alhambra: los granadinos Zen del Sur.
Con una de las propuestas artísticas más simbólicas de todo el programa de
Estival 2014, la danza acrobática y la música tomaron el Casco Antiguo de la
capital conquense. Una breve colaboración del Club Deportivo Huécar de Gimnasia
Rítmica, conjunto local de esta disciplina, fue una de las sorpresas que tenía
preparada la noche. Tres fueron los miembros de Zen del Sur que iluminaron la
noche conquense con la intención de integrar en un único espectáculo lo mejor
de la danza acrobática y el circo. Zen del Sur fue capaz de emocionar y
transmitir toda una serie de sentimientos al público asistente. Expresión
corporal, precisión entre música y cuerpo, expresividad, control y expectación
fueron algunos de los elementos diseñados por Zen del Sur en una apuesta única
y diferente. Danza acrobática, música contemporánea, iluminación y circo fueron
los distintivos de este conjunto que durante mucho tiempo formará parte de la
retina y el imaginario de muchos. Una oportunidad única para disfrutar del
Premio Talent Madrid 2013 y Premio Fetén 2014 a la mejor propuesta de noche.
Una jornada más que se torna única y
que supera cualquier expectativa. Una jornada cargada de Sur que nos acercó lo
mejor de una tierra que por un momento no quedaba tan lejos. La esencia del Sur
invadió la Plaza de la Merced e impregnó todo lo que pilló a su paso.
Toca seguir disfrutando de Estival, de todas y cada una de sus apuestas
culturales que no dejan indiferente a nadie y de la semana de estío más
particular en la ciudad de Cuenca.
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