jueves, 3 de julio de 2014

Una jornada con nombre propio: Manuel Margeliza

Texto: Cintia Álvarez    Fotografía: Eva Rus

La sexta jornada de Estival Cuenca auguraba emoción, recuerdo y sentimiento. Con un Teatro Auditorio repleto de público (alrededor de 340 personas), el día estaba lleno de sorpresas inesperadas. Desde por la mañana, se trabajó en decidir cuál sería el lugar adecuado para la realización de los conciertos en caso de precipitaciones. Al fin, el Teatro Auditorio de Cuenca brindó sus instalaciones para celebrar el concierto a cubierto en una noche única y eterna. Por primera vez desde que naciera Estival Cuenca se otorgaba el Premio Manuel Margeliza, un galardón con el que la organización de Estival quiere rendir homenaje al artista fallecido recientemente y, del mismo modo, entregar el Premio a personalidades del mundo del arte y la música que destaquen no solo por su calidad profesional sino, por encima de todo, por su calidad humana.
El elegido para ser el primero de los muchos que han de recibir este premio en próximas ediciones fue Jorge Pardo, nombrado Mejor Músico de Jazz Europeo por la Academia Francesa en 2013.

La jornada estuvo marcada por agradecimientos, palabras con dedicatoria especial y una música que apuntaba al cielo. A las 20:45h comenzaba una noche inolvidable. The Teacher’s Band salía al escenario con las ganas y el entusiasmo del que rinde el homenaje más sincero, el más cercano. Manuel Margeliza era el violín de una banda que, desde 1998, llena de música todos los lugares a los que acude con un variado repertorio que va desde rock, jazz, disco, funky, salsa, blues, bandas sonoras o baladas.

Para ellos la noche era especial. Pedro Miguel Valero a la batería, Periko Shaman al bajo, José Luis Bermejo “Porras” a la guitarra eléctrica, José Ángel de Lerma a los teclados y Pepe Mencías a los saxos, fueron los encargados de alzar los acordes al cielo. Uno de los momentos más emotivos fue la subida al estrado de Juanfran, que aportó el sonido del violín tan añorado por todos. Pepe Mencías agradecía al violinista su apoyo desde el primer día a la banda celebrando que ahora volvían a ser seis miembros quienes componían los The Teacher’s.

Con una mezcla de temas propios y ajenos, con una aportación de una calidad y profesionalidad que corroboran 16 años sobre los escenarios, llegó el final del concierto. Con él, el descanso y la llegada del momento más emotivo de Estival Cuenca.

La hermana de Manuel Margeliza subía al estrado para hacer entrega del galardón que llevará el nombre de su hermano al músico Jorge Pardo. Entre la emoción de un Teatro Auditorio y de unos músicos entregados, Mary Margeliza solo tuvo palabras de agradecimiento hacia los miembros de The Teacher’s Band a los que calificó de “hermanos”, hacia Marco A. de la Ossa y la organización de Estival que ha hecho posible la entrega de este galardón con el nombre de Manuel y, muy especialmente, hacia su hermano y la impronta que ha dejado, tanto dentro como fuera de la música.

Tras el descanso, se abría paso Jorge Pardo, cabeza de cartel de este programa de Estival Cuenca 2014, acompañado de saxos y flauta travesera. El grupo lo completaban Josemi Carmona a la guitarra y Bandolero a la percusión.

Otra sorpresa acompañaba al concierto más esperado de Estival Cuenca: Enrique Rodríguez Paredes, “Enriquito”, a la trompeta.

Alrededor de una hora fue suficiente para que un público boquiabierto y expectante disfrutase con un conjunto de altura. Los artistas dieron lo mejor de sí mismos a un Teatro Auditorio que al acabar pedía más y más, en un intento por hacer eterna una noche que no debería acabar nunca.


Estival está sorprendiendo a todos con un cartel cargado de sorpresas, que a medida que avanzan las jornadas crece en calidad artística y humana. Un festival repleto de novedades que consiguen, a diario, que la gente salga esperando ansiosa la próxima jornada. 

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