Texto y Fotografía: Rubén M. Checa
El músico volvió
anoche a Cuenca, donde recibió el primer galardón de los Premios Manuel
Margeliza. En su dilatada carrera profesional ha colaborado con artistas como
Paco de Lucia y Camarón, lo que ha sido “un gustazo” para el artista, y fue nombrado en
2013 como Mejor Músico de Jazz Europeo. Ahora, Josemi Carmona y Bandolero
acompañan al músico en esta innovadora
apuesta musical titulada Huellas, que
llega a Estival Cuenca tras pasar por festivales de jazz y flamenco como ‘Fest
Jazz San Sebastián’ o ‘Iberica Flamenco Fest’ en República Checa. Hablamos con
él minutos antes de su actuación.
P.- Esta noche te
entregan el premio Manuel Margeliza, ¿Cómo te sentiste cuando te lo comunicaron?
R.- Bien, a nadie le amarga un dulce. Que se hayan acordado
de mí es algo que me da ilusión. Por otro lado me siento triste en ser el
primero en recibir este premio, porque este músico nos abandonó hace
relativamente poco.
P.- Este no es el
primer premio que recibes. En 2013 recibiste el premio al Mejor Músico de Jazz
Europeo que otorga la prestigiosa academia del Jazz Francesa. ¿Cómo fue esa
experiencia?
R.- Recibir premios es bonito, halagador. Pero soy un poco
objetivo y sabes que cuando te dan un premio al mejor, no lo eres. Hay mucha
gente merecedora de ese premio pero te han elegido a ti por un causal de la
vida. Si te alegra mucho y te lo crees, lo mismo tendrías entonces que
cabrearte si no te lo dan, ¿no? Así que ni una cosa ni otra, son cosas que
vienen y son cariñosas, pero el premio para mi es vivir como vivo y hacer la
música que hago. Eso es el premio.
P.- Estas de vuelta
en Cuenca. ¿Cómo ha sido volver a la ciudad?
R.- Tengo aquí muchos recuerdos de mi más tierna juventud. Tenía unos colegas y venía a tocar de
vez en cuando en algunos bares de la ciudad. Hubo una etapa en la que venía a
Cuenca de vez en cuando.
P.- Y ahora vuelves a
pisar el Auditorio de Cuenca…
R.- Es fantástico. Estuve aquí hace tres años compartiendo
cartel con Enrique de Melchor, también desaparecido hace dos años. Hicimos un
programa de flamenco, fue fantástico, y volver otra vez al Auditorio es
fantástico. Sé que nos tenían preparado un sitio en el Parador, pero ya quedará
para otra vez.
P.- En tu larga
carrera profesional has practicado multitud de estilos musicales. Pero, ¿con
cuál te sientes más cómodo?
R.- Se habla mucho de los estilos musicales. Mi manera de
hacerlo ha sido muy personal: ningún estilo musical como es o como debiera de
ser y todos como a mí me salen. Lo que he desarrollado a lo largo de todos
estos años es más un lenguaje personal y bueno, cualquier estilo es música y me
siento muy bien con todo lo que hago.
P.- ¿Te gustaría
probar estilos nuevos o fusionar los ya existentes?
R.- ¿Por qué no? En realidad la palabra fusión se emplea
ahora mucho como si se hubiera inventado ayer. Pero la fusión existe desde hace
muchos años, no es una cosa nada nueva. De hecho los estilos que hoy en día conocemos
como el Rock and Roll parecen que han venido del cielo, pero han sido el
producto de una fusión de estilos y en una época social de cambios. Todos los
estilos son productos de una fusión en sí mismos, así que todo está fusionado.
P.- ¿Cómo se ve tu
música fuera de España?
R.- En muchos sitios del extranjero vienen a ver los
espectáculos de flamenco con mucha curiosidad y mucha entrega. Según que países,
hay una gran tradición de teatro y notas esa cultura del respeto para este tipo
de conciertos por parte del público y de los organizadores. No quiero decir que
eso aquí no exista, ojo, pero quizás está más arraigado en otros países.
P.- Has colaborado en
múltiples grabaciones con Paco de Lucía. ¿Cómo te sentiste al recibir la
noticia de su fallecimiento?
R.- Fíjate: unos 20 años juntos dando vueltas al mundo, muchos
conciertos, grabaciones, desayunar los dos en los hoteles y cenando y
tomándonos una copa y hablando de nuestras cosas… Mira lo que es. Lo que pasa
que es así. Aquí todo el mundo estamos de paso. Ha sido un gustazo haber
compartido parte del camino con Paco, sin duda.
P.- Hace un par de
días, La Trini dijo en otra entrevista a Estival Cuenca que los medios
españoles no le han dado la importancia que se merecía a la muerte de Paco de
Lucía. ¿Estas de acuerdo?
R.- Es difícil hablar de eso, pero en el fondo sí, estoy de
acuerdo. Pero Paco no era una persona grandilocuente, de grandes demostraciones
de su “poderío”. Paco es súper querido y admirado por los aficionados y tiene
el respeto de todo el mundo en España. Si las instituciones no se mojan, pues
es una pena, ¿no? Estoy seguro de que en otro país este tipo de cosas no pasan
o, al menos, no pasan de esta manera. Se cuida más al arte como producto
interior. Aquí adoramos más al becerro de oro de lo que viene de América o de
los que han vendido 400 millones de discos. Eso parece que es lo que nos motiva
a la gente y admiramos más. Pero en fin, así es la cosa.
P.- También has
colaborado con otro grande del flamenco como es Camarón…
R.- Bueno… Camarón se ha convertido en un icono del flamenco
después de muerto. Me acuerdo de haber trabajado con Camarón de jovencito y
andar para aquí y para allá, y él era una persona querida por el aficionado
pero no era un tipo popular, ni mucho menos. La gente no sabia de Camarón como
sabe ahora.
P.- Ahora te
acompañan en el escenario Josemi Carmona y Bandolero. ¿Cómo es compartir la
música con ellos?
R.- Dos genios. Josemi ha inventado, por así decirlo, el
sonido Ketama, toda una manera de tocar la guitarra, siendo flamenco por los
cuatro costados y viniendo de grandes guitarristas flamencos. Él ha tomado ese
testigo. Ha puesto patas arribas la guitarra flamenca en ese sentido. Y
Bandolero con la percusión igual. Son una referencia hoy en día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario