viernes, 4 de julio de 2014

Estival convierte la música en un lenguaje por y para todos


Texto: Cintia Alvarez    Fotografía: Eva Rus

La música no entiende de fronteras, razas, religiones, edad ni género. La música es el lenguaje universal por antonomasia, la manera que tiene el ser humano de expresar y ser comprendido. Una relación de tú a tú que se establece entre músico e instrumento, entre espectador y artista para eliminar las barreras y los obstáculos que se presentan en el seno de la vida cotidiana.

La música es un arte cuyo propósito es tocar el alma, filtrar y depurar males y aunar a todo un universo al ritmo de los mismos acordes. La séptima jornada de Estival Cuenca arranca con un concierto integrado dentro de Estival Didáctico, inclusivo y solidario. El Teatro Auditorio de Cuenca ha acogido desde las 12:30h la actuación destinada a un público familiar a cargo de Marcelo Dal Santo  y Rafael Pérez a la guitarra y Andrés Gabaldón al bajo. La entrada era gratuita hasta completar aforo y quienes lo desearan podían traer comida no perecedera para el Banco de Alimentos de Cuenca.


El concierto, realizado en la sala 2 del Teatro, ha estado compuesto por un repertorio de blues, jazz, rock and roll y swing. Ha destacado por ser interactivo y animado, lejos de convencionalismos y estigmas que se presentan a diario. Con un público mayoritariamente formado por los integrantes de Ocio Inclusivo, no han parado de animar, bailar y aplaudir durante la hora que ha durado el concierto.  Con una presencia destacada también de niños, los más pequeños, acompañados de sus padres, han podido disfrutar de un rato único en el que se les ha explicado la música de una manera diferente.

Detalles como contar las diferencias entre los instrumentos y los sonidos característicos de cada uno, tocar versiones con la guitarra acústica y acto seguido con la eléctrica o la petición de que alguien les ayudase con el piano, han sido algunos de los momentos destacados de la mañana. A ritmo de “Satisfaction” de los Rolling Stones, la canción de Bob Esponja o la tradicional canción mexicana “La Bamba”, los músicos se han ganado la aprobación del público.

Como bien han contado Marcelo, Rafael y Andrés, géneros como el blues o el jazz, que hoy forman parte de la élite y la cima musical en todo el mundo, nacieron como forma de protesta de los colectivos esclavos y las personas de color que vivían sometidas y en condiciones inhumanas. La fábrica o la mina fueron la cuna de lo que hoy se conoce como un género musical de unas características incuestionables.

Un ejemplo más de que la música es de quien la mima, sin importar qué o quién anda detrás de ese instrumento que suena y que ayuda a olvidar, aunque solo sea por un momento, todo lo demás.
Estival está brindando a la ciudad de Cuenca una semana cargada de música y conciertos que hacen de la evasión y el disfrute la norma.


Esta tarde en el Parador a partir de las 20:00h el público asistirá al décimo y undécimo concierto de esta tercera edición de Estival Cuenca. Fizzy Soup y Ménilmontant Swing protagonizarán la penúltima velada de este festival que, como todo lo bueno, concluirá mañana. 

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